Si te gusta la historia nacional, Masoller es un buen lugar para visitar ya que por sus características geográficas fue un lugar estratégico en las revoluciones uruguayas y en las de Río Grande do Sul.

Masoller fue escenario en 1904 de la última batalla que macó el fin de las guerras civiles en el Uruguay. Ahí cayó herido el general Aparicio Saravia.

Aún hoy es posible apreciar las construcciones originales hechas en piedras: casas, potreros, muros.

También en esa región se encuentra la frontera seca que divide Uruguay y Brasil. Verás mojones que indican el límite entre ambos países.

Podrás visitar La Casa de Masoller, que es un punto de referencia en la zona, ya que fue el primer comercio que abasteció la región desde 1970. Este comercio fue construido por Francisco Masoller, un inmigrante español.

"El matrimonio compuesto por Francisco Masoller y Teresa Espalter llegó a la zona proveniente de Cataluña, ingresando por el puerto de Salto.

La región aún era conocida como Lunarejo, por la referencia del cerro. En primera época Francisco se desempeño como capataz de estancia de propietarios portugueses, para luego pasar a ser administrador. En el año 1870, Masoller construye su casa que también sería el local de comercio. Desde allí se proveía a todas las estancias de la zona. A partir de 1879, por ley de ese mismo año se hizo obligatorio el alambramiento perimetral de los campos. De este comercio son vendidos los primeros alambres para el alambramiento del Norte del País, Salto y Rivera. Durante la revolución de 1904, al comercio llegaban indistintamente soldados y estado Mayor de los ejércitos Blancos y Colorados, personal y jerarquías. Es desde aquí que la hija de Francisco, Francisca escribe su diario de la batalla, subiéndose al techo de la casa para divisar mejor los acontecimientos. Masoller se encargo de hacer llegar aquí, profesores de piano, arpa, dibujo, pintura, canto lírico y letra para formación  de sus hijos. Fue un centro Comercial y cultural. Debido a la fama y fortuna del Sr Masoller la zona tomó su apellido como referencia abandonando la denominación anterior de Lunarejo.

Por Diego Henderson Trindade

Fuente: Rivera un Sentimiento

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